domingo, 16 de enero de 2011

I


La uva del espasmo

Retraída ojo del silencio

Hay un sol ascenso de ruidos

Una desaparición con cabeza de ciervo

Esta onda sin detenerse

Me regreso a la certeza de un abismo

Más amplio membrana de la noche conocida

Onda de mi primer ébano

Color señalado de los ejes


Viento aspirado por la hierba de la mano

El meandro sediento de la imagen

Fuera del ápice de cualquier nombre

El enigma de la tribu

En los fenómenos de la sangre

El deshielo mi sexo de tiburón


Surco bajo la piel de brumas

Vigilia sombra dentada

Musgo del criptograma

Crecido en mi garganta


El rostro cuando es hombre

Derriba los pasos de la arena

En los lugares ensordecidos

Pasando el brillo nueva raíz


Ventana de zumbidos

Entre mí el aire fragmentado

El corazón oscuro de la arcilla

Yo proyectado en un

Vacío de brotes



2 comentarios:

  1. ¡Ah chico! Sos oscurísimo, pero aún así tu señuelo echo socorro en millones de años, se percibe. Lo terrible de un hombre que proclama, es que no transmuten su corazón.

    Besos

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  2. Ah...

    P.D.: Te agrego al blogroll para saber cuando actualizás.

    Muy interesante lo suyo, caballero...

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